Regresando, pienso lo maravilloso que es que vivas en mi memoria, compartiendo el pasado de mis recuerdos, anhelando verte, sentirte, olerte, oírte y admirarte nuevamente.
Los recuerdos comienzan a fusionarse, a nutrirse, a fortalecerse, a ser más deseables e imaginables conforme me voy acercando, sigo mi camino sin mirar atrás, la oscuridad es mi única compañía, sólo quiero seguir adelante, no importa que mis ojos no distingan luz alguna, sólo quiero llegar, sólo quiero estar contigo.
Conforme se acorta la distancia mis latidos se hacen más fuertes, siento como si el corazón me fuera arrancado del pecho. Me detengo por un instante al llegar, todo está en obscuridad total, alzo la mirada y sólo alcanzo a distinguir esa tenue luz. subo y abro la puerta para quedar cegado.
No distingo nada aún, las sombras permanecen quietas, poco a poco camino por ese largo pasillo que separa la puerta de tu ubicación, en cada paso que doy huelo tu perfume, siento el calor de la habitación, veo la silueta del amor.
Logro enfocarte y ahí estás inmóvil, paciente, sonriendo por el alma que tomarás, llevarás al infierno y quemarás en tu deseo, tus alas descansan cubriendo tu cuerpo, impacientes por abrazar el torso de la seducción.
Quedo de pie admirando ese ángel que está frente a mi, simplemente eres tú, anhelando tu belleza, tu luz, tu pureza, la bondad que te protege.
Pero mi corazón sabe que hay otra esencia que logra ese fuego en la habitación y sin dudarlo quiere que ese ángel me arrastre con él, quiero quemarme en el infierno junto a ti, te deseo, te anhelo, te entrego mi vida, toma mi alma y llévala contigo, ahora te pertenece. Pienso.
Admirando todo tu ser, toda tu belleza, recostada yaces ahí, mientras mi corazón sigue latiendo fuertemente tu lo sientes, saboreas cada nota que las palpitaciones tocan, sabes que me has enajenado, que soy tuyo
Con el alma escapando de mi ser, acercándose a ti, recostandome a tu lado tu mirada felina provoca el deseo en mi ser, sientes cómo mi labios comienzan a besarte, mi mano toca tu mejilla, siento tu calidez que me quema, tus alas descansan, tus piernas se cruzan, tu corazón late más fuerte y tus ojos se han cerrado.
Tu labial a pigmentado mis labios, mis hombros, mi cuello, mi pecho. Estoy cayendo lentamente a ese abismo de sensaciones mientras tu recorres con tus manos cada parte de mi cuerpo. Tus ojos observan el alma que quemaras y tus alas poco a poco comienzan a mostrarme tu intimidad que con recelo cubrían.
Arriba de mi cuerpo tu cabello cae sobre mi rostro pero mis ojos se encuentran con los tuyos, simplemente te amo, quiero que me quemes y me hagas tuyo. tus manos presionan mi pecho y tus alas se abren, veo tu silueta de negro, ángel o demonio?, sonríes.